El temperamento típico del Akita es protector, leal y duro. Requieren una socialización intensa para ser distantes en lugar de agresivos con los extraños. De personalidad independiente y fuerte, se desenvuelven mejor en familias que sepan leer el lenguaje corporal canino y los métodos de adiestramiento de refuerzo positivo.

    En realidad, existen dos razas del Akita: el Akita japonés y el Akita americano. Originalmente, se criaban para proteger a la realeza japonesa, lo que sigue siendo evidente en su personalidad y aspecto. No querrá entrar en conflicto con este perro, por lo que es vital que el adiestramiento sea una experiencia gratificante y que cree lazos afectivos.

    Personalidades complejas

    El temperamento típico del Akita incluye tener bastantes peculiaridades y desarrollará su propio conjunto de gustos y disgustos. El Akita no ladra mucho, pero esto no significa que no estén prestando atención. Criados como perros guardianes, estos perros vigilarán a la familia y su hogar sin miedo.

    ¿Son agresivos los Akitas?

    Uno de los mayores problemas de temperamento de los Akita es su tendencia a la agresividad hacia otros animales. Su naturaleza protectora hace que ataquen aparentemente de la nada.

    La agresividad alimentaria es a menudo otro problema en los Akitas, especialmente cuando están cerca de otros animales. Los Akitas pueden ser agresivos si no se les adiestra adecuadamente o no se les enseña cómo actuar con otras personas.

    Su comportamiento suele reflejar su historia como perros de protección, y se han registrado casos de Akitas que han provocado mordeduras mortales a personas.

    El temperamento del Akita es genético

    Los Akita, al igual que muchos perros criados para la guardia, pueden heredar cierta predisposición a la agresividad. Sin embargo, es posible frenar la agresividad de su Akita. Empezar la socialización lo antes posible y llevar a su Akita a clases de obediencia puede hacer que se lleven mucho mejor con los extraños. El hecho de que un Akita pueda ser naturalmente agresivo no significa que sea imposible enseñarle acomportarse.

    ¿Son los akitas buenas mascotas?

    Es posible que los Akitas no sean especialmente amistosos con los extraños. Puede reducir su actitud distante hacia los extraños asegurándose de que socializa con ellos a una edad temprana. Debe presentarle a una gran variedad de personas y mostrarle que son amigos, no enemigos.

    La socialización debe comenzar tan pronto como el adiestramiento. Un Akita debe acostumbrarse a conocer gente nueva y diferente todo el tiempo y se le debe enseñar a ser amistoso.

    Esto no significa que debas obligar a tu perro a entrar en contacto físico con todas las personas que conozca, sino que quieres que sea una experiencia placentera. Sin embargo, llevarlo a un parque local y recompensarlo cuando no actúe de forma agresiva es una forma maravillosa de enseñarle a tu perro cómo debe actuar.

    Amigable con la familia

    A los Akitas les encanta acurrucarse y pasar el rato con la familia. Son muy familiares y rara vez se vuelven agresivos con los que viven en su hogar.

    Sin embargo, esta lealtad hacia la familia es la causa de su actitud distante hacia los extraños. Son protectores y gruñirán a cualquiera que crean que puede intentar hacerle daño, incluido el cartero.

    Pueden ser territoriales, lo que también disminuye su amabilidad hacia los extraños. Cuando se les presenta a una persona nueva o a alguien que no han visto en un tiempo, siempre es mejor presentarlos en un lugar neutral antes de que entren en casa.

    Cómo leer el lenguaje corporal de su perro

    Una de las mejores maneras de combatir la agresividad de su Akita es aprender el lenguaje corporal canino. Con un conocimiento profundo y un ojo agudo, puede detener una posible pelea antes de que las cosas vayan demasiado lejos.

    Le recomendamos que lea uno o dos libros sobre comportamiento canino y que preste atención a su Akita en particular. Este proceso le ayudará a detectar las señales de que su Akita necesita un descanso antes de que las cosas se pongan serias.

    Un entrenador personal también puede ayudarle a determinar las señales que su Akita le da antes de volverse agresivo. Puede ser algo tan sutil como un ligero movimiento de la cola, pero detectar estas señales puede ayudarle a determinar cuándo su Akita ha tenido suficiente.

    La castración de su Akita macho o la elección de un perro hembra puede disminuir la probabilidad de agresión también.

    ¿A los akitas les gustan otros perros?

    Debido a su sutil lenguaje corporal, otros perros pueden tener dificultades para leerlos, al igual que las personas. Esto puede dar lugar a peleas, que pueden ser graves con un perro grande y musculoso como el Akita. Todas las interacciones con otros caninos deben ser supervisadas, y no se debe soltar la correa a su Akita cuando esté cerca de perros que no conozca.

    A veces, el temperamento de los Akita no es el adecuado para tener otros perros cerca. De hecho, son uno de los perros más propensos a atacar a otro can. A la mayoría de los Akita no les van a gustar otros perros de inmediato, pero una socialización adecuada es importante y puede ayudar.

    Por supuesto, cada Akita va a ser diferente. Algunos pueden llevarse bien con un perro específico si se les presenta muy joven. Sin embargo, otros nunca podrían llevarse bien con otro perro, incluso un compañero de juegos que han conocido toda su vida.

    Puede adiestrarlos para que actúen adecuadamente y toleren o incluso disfruten de la presencia de otro perro.

    ¿Es fácil adiestrar a un akita?

    El Akita es inteligente y leal, pero su naturaleza independiente y testaruda puede ser un problema si no se le adiestra adecuadamente.

    Hay que enseñarles a seguir las órdenes con constancia y precisión hasta que se convierta en un hábito. Debe utilizar el refuerzo positivo para convencer a su Akita de que siempre es mejor hacerle caso.

    Si utiliza el castigo es probable que su Akita se cierre en banda y se niegue a escucharle. Son perros testarudos, por lo que es esencial que utilice únicamente el refuerzo positivo para adiestrarlos.